LA PLEGARIA DEL COSMONAUTA
El cosmonauta ha perdido el lenguaje:
ya no espera
que un eco le conteste
cuando anuncia sin voz la belleza del vacío.
Ninguna esquina hay. el Universo
no tiene asideros para las palabras, y el lenguaje
sobra
donde solo la vibración del alma es posible
y solo
la trémula invocación de las células cuánticas
y solo
el relámpago de la emoción y del vértigo
que sigue la órbita de todos los planetas.
Para qué el lenguaje
piensa el cosmonauta
si no hay texto
si no hay sílabas que puedan transmitir
esto que ven mis ojos.
Qué inútil el lenguaje
cuando la mente está llena de infinito
y el corazón va a reventar de gozo
y de estupor
pero entonces:
¿Cómo hacer que me crean los otros seres?
Si no encuentro
si no doy con la forma correcta del mensaje
si no dé hablar el idioma del arcano
cómo hacer que lo entiendan
si nunca han estado suspendidos
en el más absoluto desamparo
lejos del azul y de la atmósfera y de sus propias vidas.
Es esta sin duda una guerra inútil
la del lenguaje contra la belleza
la del silencio contra el asombro
y por eso
porque sé que he perdido esta batalla
me es imposible dejar de hablar.